Flor "Cosmos" aroma del Nuevo Mundo
Una flor llena de historia y viajes: México, Corsets, La Reina Victoria y una casa con perfume de 200.000 €
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Es maravilloso poder hablar de esta preciosísima flor, de sus colores, sus aromas y elegancia y es que sus uniformes y coloridos pétalos conquistaron de tal manera a los misioneros españoles enviados al Nuevo Mundo, que decidieron bautizarla con el nombre de “cosmos”, por el orden y armonía (el significado de la palabra en griego antiguo) que transmitían los campos de esa especie desconocida.
A mi me encantan por la delicadeza de sus formas que no se traslada para nada los cuidados que necesita, ya que hasta los jardineros más torpes también encuentran paz y calma en ella por varios motivos: es increíblemente fácil de cuidar y su floración se prolonga sin problemas hasta bien entrado el otoño.
Pero lo realmente interesante de la planta es el intenso aroma que desprende la variedad Cosmos atrosanguineus, conocida como la flor del chocolate.
Su delicioso olor avainillado a punto estuvo de perderse para siempre, ya que su hábitat natural en México fue casi destruido.
Afortunadamente, un único ejemplar rescatado en 1902 ha permitido que perdure hasta nuestros días.
Y si hablamos de su perfume, Clive Christian es una una de las pocas marcas que homenajeado esta rareza a través del perfume Noble VII Cosmos Flower.
Eso sí, por el módico precio de 500 €.
Nada sorprendente en una casa tan exclusiva que puede presumir de vender una de sus creaciones, el No.1 Imperial Majesty Perfume (un encargo de la propia reina Victoria de Inglaterra), por un valor de… ¡200.000 €!
Es por su relación con la corona inglesa por lo que le concedieron el permiso de poner la corona como tapón.
Bueno en realidad el permiso se le concedió a la William Sparks Thomson, hijo de inmigrantes ingleses en USA que terminó volviendo a UK formando la empresa Thomson, Langdon & Co.
En esa empresa empezó a producir corsets y posteriormente sales de lavanda con un éxito atronador (al principio las sales fuero usadas para “despertar” a las mujeres que caían sofocadas por la presión de los corsets), y una cosa le llevó a la otra y terminó creando la empresa Crown perfumery, donde se dedicó a sacar perfumes partiendo de los perfumes más raros y caros.
Estaban tan metidos en las clases altas de reino unido que se han encontrado botellas de sus perfumes en algunos camarotes de primera clase de el Titanic.
Y fue en realidad esta compañía a quien la reina Victoria concedió el permiso para usar la corona en sus botellas, pero la empresa fue decayendo y fue en 1999 cuando el interiorista Clive Christian se hace con ella y la remonta hasta su estado actual.
Por eso cada vez que me pongo a elegir qué pintar, me encanta saber estas cosas porque le dan más vida al dibujo y a cada elemento que creo con ellos como las láminas o las bolsas de tela.
La verdad es que estas pequeñas “historias encadenadas” son de las que más me llaman la atención, al final cómo todo está relacionado con todo…
Un abrazo y ¡apor el verano!